Nadie vive sin haber muerto antes más de 7 veces

domingo, 29 de junio de 2014

Quiero que sepas.

Sé que todo lo que te diga, ahora mismo,
no va a servir de nada,
que eres cabezota por naturaleza,
pero quiero que sepas algunas cosas.

Quiero que sepas que me encanta ir bajando por la calle
cuando se que me esperas al final,
que me cojas la mano mientras conduces
y me beses en los semáforos.

Que me muerdas el labio, mientras sonríes,
y me hagas cosquillas.
Me gusta hasta cuando dices que no se jugar,
porque sabes que es mentira.

Que me pongas motes, cada día uno distinto,
porque no te acuerdas de los anteriores.
Que me abraces y suspires en mi cuello
y me levantes del suelo...
En todos los sentidos.

Y quiero que sepas,
que quiero contar cada uno de tus tatuajes,
cada uno de tus lunares,
cada uno de los poros de tu piel.

Despacito, para no saltarme ninguno
y, si me pierdo, volver a empezar,
que sabes que yo soy más de letras.

Sé que, seguramente, no debería estar escribiendo esto,
sé que, seguramente, no quieres saberlo,
pero me pueden más las ganas de tenerte delante,
de morderte el cuello y atascarme en tus cremalleras.

De darte un beso, como en la canción,
pero en el alma,
que en los labios,
puede hacerlo cualquiera.


                                                                                    LORE.

domingo, 22 de junio de 2014

Historias de príncipes y princesas.

Yo no soy de escribir poesía,
soy más de cuentos e historias,
de príncipes y princesas que luchan sin un porqué claro
pero que siempre ganan...

Y claro,
me he acostumbrado a que en ese mundo las heridas no sangren,
a que las brujas paguen por sus males,
a que a la protagonista le despierte el príncipe
al final del tercer acto.
U otra princesa, quién sabe...

Pero resulta, que las cosas no pasan así,
que nunca es tan fácil
y que el príncipe no siempre llega a tiempo
y la princesa sigue soñando
o muriendo, que nunca me creí que durmieran tanto...

Que el príncipe cambia de ruta a mitad de camino
y besa otras bocas y se le acelera el corazón
y  las palabras se le agolpan en los labios
y para cuando viene a darse cuenta está perdido
Pierde el apetito y el sueño se le hace esquivo.

Y no es que no pueda sacar el mapa,
comprobar donde se equivocó
o no,,,
En qué momento eligió otro pecho en el que dejarse caer
después de tantos besos acelerados,
en que momento escogió otras manos que sujetasen las suyas
por la acera adelante.

No es eso, eso sería fácil,
es la respiración entre beso y beso antes de caer,
es calentar esas manos frías mientras cruzas la calle,
es sentir el corazón a mil, cuando sabes que la vas a ver.

Y para esto no hay mapas, ni caminos, ni reglas establecidas
y en los cuentos de príncipes y princesas,
también ganan las brujas,
las heridas sangran, los músculos duelen y la boca se seca del esfuerzo de gritar que no te vayas.

Que este corazón veloz, encerrado en un cuerpo pequeño,
no se si de mirada tierna o triste,
no piensa dejar que la vida siga como dice el Maestro:
"como las cosas que no tienen mucho sentido"

Así que, amiga mía,
el miedo, déjaselo a la bruja,
el hastío al príncipe
y para mi...

A mi déjame ratos, días y elecciones,
déjame calentarte las manos y respirar de tu boca,
aunque sea mentira...
Pero es...

                                                                                 LORE.